Introducción
El Reino es
ya una realidad incipiente dentro de nuestro mundo, de nuestro corazón. Como
cristianos se nos invita a contruir, moldear, a crear un mundo más humano, más
fraterno, más solidario. Nos impulsa a solidarizarnos con los desplazados y
excluidos, defender las víctimas de abuso de poder, y comprometernos en la
búsqueda de cambios sistémicos, mediante la justicia y la paz.
Como cristianos, confirmamos la fe en Jesús, una fe
liberadora:
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Que se coloca al lado de los excluidos del sistema
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Que no acepta las divisiones creadas por los hombres
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Que combate los males que dañan la vida humana y nuestro mundo.
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Que desenmascara la falsedad de los grandes
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Que propone un nuevo orden: Amor,
Verdad y Justica.